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Una de las primeras actividades ligadas a la evolución cultural del ser humano fue el comercio. El intercambio de los diversos productos lo enfrentó a la necesidad de pesarlos y medirlos, cosa que hacia el año 3.500 a.C. resolvieron los egipcios inventando un instrumento esencial: La Balanza.
Mientras la balanza egipcia seguía su propio camino y se enriquecía en el ámbito de las civilizaciones mediterráneas con la incorporación de elementos como el fiel (aguja) para indicar el perfecto equilibrio entre los platillos, hacia el 200 a. C. los romanos inventaron un instrumento para pesar conocido como romana de gancho, que se difundió por todo su basto imperio.
A finales del siglo XV, Leonardo da Vinci diseñó una balanza de cuadrante graduada que, a diferencia de las balanzas tradicionales que establecían equivalencias entre pesos, introdujo la novedad de indicar el peso del objeto que se suspendía de ella en un cuadrante semicircular graduado. Posiblemente fue la primera balanza automática de la historia.
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En las fotografías podemos apreciar una bonita y bien conservada balanza de la prestigiosa marca de la época, FORCE KILOG, la balanza tiene una capacidad de hasta 2 Kg. Esta compuesta por dos platos de bronce con base y mecanismo de hierro, lo que la hace resistente al paso de los años, esta balanza del siglo XIX mide de base 31,5 cm y 15 cm de altura, ademas incluye un juego de 5 pesas hexagonales de 1 hectogramo, 2 hectogramos, 1/2 kilo, 1 kilo y 2 kilos. Su tamaño y versatilidad hacen de esta pieza una verdadera joya para coleccionistas, ideal para decoración o simplemente para disfrutar.
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Esta balanza tiene la particularidad de ser muy sensible y exacta a la hora de ser utilizada. Atención, podría ser una buena pieza para adquirir.
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